lunes, 27 de diciembre de 2010

Enséñamelo corazón

Por primera vez en mucho tiempo me he quedado seco de ideas, sin nada que escribir en el blog. Puede que haya sido provocado por usuarios poco o nada receptivos (o incluso puede que fuera yo) y el desquicie de estar sin ordenador y no saber cómo solucionarlo ni descifrar el mensaje.

Para escribir se necesita como mínimo un papel y un lápiz, o un ordenador y su teclado, o una pared y una tiza, o una pistola de tatoo y una espalda desnuda (distinta a la de uno, se entiende). Pero aparte del soporte tienes que necesitar motivos. Y muchas, muchas ganas.

Si me preguntan por qué escribo, y yo me lo preguntara, entonces jamás escribiría una mierda. La escritura no persigue ningún fin. En sí misma ya es un fin. Hay quien gracias a la escritura ha ganado dinero, viajado a lugares remotos y conseguido follar con chicas que no se habrían fijado en ellos sin la excusa de sus escritos. Si yo hubiera ganado unos euros con esto, si hubiera viajado a esos lugares o si hubiera follado con señoritas buenorras (sin pagar, claro, se entiende, eehh), escribiría igual que ellos. Seguramente con más ira y mejor forma. Pero como no ha ocurrido todo lo anterior nunca lo sabremos.

Luego tenemos la trama. El argumento. El motivo. La idea. Para poder escribir primero hay que vivir. Salir siempre de casa con los ojos y los oídos muy abiertos. Buscar un pretexto que te haga inmune, que justifique tu dolencia. La mía, mi excusa mejor la obviamos….digamos que es el blog. A través de él estudio a otras personas (o comediantes) sin que se molesten. Hablo de ellos, los observo a través de sus letras y saco mis conclusiones mientras me muevo por las hojas de sus blogs. Estos también son fuentes inagotables.

Y por supuesto conviene leer mucho y saber que se lee y que todavía queda mucho que leer. Lo mismo que escuchar y apreciar las canciones (ese sonido que ocultan las palabras es primordial). Y vivir con toda la energía que merece nuestra vida, no la de los demás. Y creer, como un dogma de fe que toda película será la penúltima (y el amor, el mejor será el siguiente). Y vacilar. Y echarle óvulos, huevos o cojones, lo mismo da. Y cagarte en algo, en lo que sea (aunque sea SanBlas). Y haber ganado y perdido lo que más te importara y unas cuantas veces.

Rebuscar las musas por todas partes y una vez halladas (o secuestradas), acariciar su clítoris. Y si no se dejan, forzarlas: la creatividad está por encima de la vulgaridad.
Y sentirte libre mientras escribes. Sin obstáculos ni impedimentos. Sin aplazamientos ni caducidades. Sin miedos. O moldear mis miedos sin que nadie los advierta (usando metáforas, cambiando ambientes lugares y nombres).

La mejor terapia, enseñarle el dedo, corazón, a tu hoja en blanco.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Raya, coma y punto

Iba a escribir sobre lo acontecido en el post anterior, pero me da pereza

así soy yo

tengo que ducharme y demás acicalamientos e irme a currar

pero después de pelearme con los pelos (con los de mi cabeza, que milagrosamente no están tan desordenados como podría esperarse)

me ha dado por ponerme a cotillear en las entrañas del blog
últimamente miro qué páginas me lee la gente

tengo unas estadísticas bastante básicas (solo sé de dónde es la gente que me lee y que páginas miran), lo normal sería que leyeran las páginas más actuales pero a veces ves que alguien le ha dado por leer una página de principios de año o de mediados, qué cosas, a veces cuadra con las búsquedas de los buscadores como google
pero la mayoría de las veces no cuadra con nada
y yo, intento especular por qué alguien querría leer mi mes de Junio o mi febrero
y lo peor es que también yo me releo
claro con resultados dispares, algunas veces sonrío, otras aguanto la penita pena

he vuelto a planear mal este momento, ni leer, ni escribir post importantes, ni ordenar notas (¡qué difícil es lo de ordenar las notas, ufff!)

pero a la mínima me sorprendo escribiendo post en mi cabeza (no este, este se ha debido escapar de entre los dedos)

tengo suerte o no, de poseer un registro como si de un log se tratase de todas las veces que me ardió el corazón.

y es en ese momento cuando me siento como un pececito

y escribo en mi cabeza letras y letras que hacen que mi angustia se disipe

pienso en que pasaría si llamara, no sé, por ejemplo la de la coca-cola y le dijera que estoy un poco perdido, que tengo pánico de no saber hacer casi nada bien, que estoy cansado

pero se me pasa

y comienzo a dibujar, letras

r
una p
muchas es
y alguna m
la b de beso
luego la s
y también alguna x
la i tan vacía
una j, avispada
y muchas aaaes

intento recordar lo que hago mal y convertirlo en por lo menos regular, después lo chafo muy despacito hasta convertirlo en una raya y esa raya en coma y la coma en punto..

Y lo que yo creo que hago medio bien lo alargo, sonreír por lo menos por la mañana
decir por favor y todo eso….

la gente no sonríe y no dicen, bueno, al menos no por favor

y hacen mal

viernes, 10 de diciembre de 2010

Cosas que tengoooo....

Miedo, y ganas, y poco y mucho tiempo, y libros, y una libretita genial, y un puzle sentimental, y un ordenador, y sueños raros, y rabia, y alegría, y celos, y familia, y amigos, y enemigos, y hambre, y sed, y un colchón tirado en el suelo, y unas gotas de agüita milagrosa, y canciones en mi mente, y una letra fea y pequeña, y unos cuantos informes por rellenar, y una lista de trescientas cosas, y pocas tácticas para salirme por la tangente, y unos maravillosos amigos, y un mando de garaje, y un acento charnego cuando hablo catalán, y un acento catalán cuando hablo castellano, y calma, y una coca-cola, y besos, y sobrinos, y hermanas, y un hermano, a papà y a mamà, y puntos suspensivos, y puertas cerradas, y algún frente abierto, y ropa en la lavadora, y curiosidades, y caricias, y pulseras, y recuerdos, y amigas repartidas por el mundo, y alguna que otra ilusión y desilusión, y esperanza, y nervios, y voz, y bolis, y un blog por escribir, y un post o dos, y el facebook, y a la de la coca-cola que aunque desaparecida también está, y una de SanBlas, y energía, y unos zapatos y unas chanclas en una cajita monísima, y silencios, y unos ojos, sus ojos, que ojos, y rarezas, y primos, y primas, y un nombre de niño, y un ángel de la guarda, y risas, y demasiadas cosas que hacer, y un corazón que se acelera, y frena, y razones, y pasiones, y un hemisferio izquierdo que domina sobre uno derecho, y una camiseta de toda la vida, y un nórdico casi perfecto, y ojos de niños colgados en las paredes, y alergia al polvo, y un vocabulario más bien pobre, y pocas excusas, y una maleta por deshacer, y argumentos, y empeños, y enfados, y ritmo, y contradicciones, muchas contradicciones y una historia, y juventud (ya poca), y muchos empastes, y fundas y una botella con mensaje, y secretos, y lágrimas, y pueblos, y una voz apagada, y una vela roja, y sonrisas, y una pizza hawaiana en el horno, y un martes que ha parecido un sábado, y un sofá que abduce.

Y mi estrella.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Fotos, recuerdos y de el diario de Anais VI

Mirando las fotos del viaje a Tunez, me ha venido un recuerdo de mi infancia y un día de Anais en su diario…..

De mi infancia,…… una de mis hermanas tuvo una caja que ponía “besos”, hoy me he acordado de ella, porque se me apetecía uno, un beso…

"Hoy por fin me he armado de valor, durante mucho, mucho rato me quede allí, plantada en la alfombrilla del pasillo, frente a la puerta de su habitación, con la nariz muy roja, la boca apretada y las botas llenas de barro.

Después de lo que para mí ha sido una eternidad he entrado, otra vez, en su habitación…, y ese olor, a desván de determinados secretos, y el armario, y sus cosas, y las fotos en el espejo de la cómoda, de todos los que no le dejaron huellas, igual que tú.

En el armario destaca una colección de cajas, lo único que está ordenado.
Bueno posiblemente también el cajón de sus calcetines, pero tampoco siempre.

Cada caja tiene un rotulo escrito con rotulador rojo:
Para saludar en el tren o bus.
Para verme en el espejo con legañas.
Cuando me hagan cosquillas.
Para ver el día cuando está recién empezado.
Cuando aguanto la carcajada.
Aiiinsss.
También con los ojos.
La más grande para los niños y sus cosas.
Bueno, enga, valens… ¡no estoy sonriendo! (bueno solo un poco).
Buff con coloretes.

Hay muchas más, pero ahora la que hace seis es la que hace que me cueste centrarme en otra cosa.

Miro asombrada cada una de las cajas. Las abro una a una ¡Pero si no hay nada, están vacías! Claro pero que tonta…las sonrisas no se guardan.

Al fin, entre las cajas de sonrisas y los frasquitos de lágrimas, encuentro lo que he venido a buscar, la carta que vi encima de la cama.

(....Ésta será la única vez.
Y será la excepción porque todos los sábados al alba te escribo cartas íntimas y secretas; pero todos los lunes, sin excepción al amanecer, me veo rompiéndolas en mil pedazos. Soy mala para las cartas, las postales y las palabras del alma. Pero soy muy buena dejándome llevar, si son tus mareas las que me mecen. Sabes, no soy lo que se dice una cobarde, al menos no todos los días. Pero me atropellaron una vez por dentro, y ahí ando recuperándome. Quiero que me cuentes tu historia, de dónde has salido, cómo llegaste a esta habitación…)

De repente, en el pasillo, escucho….. hueles a hierbabuena y no sabes mentir, invéntate cualquier historia Anais.

Era Clara."