jueves, 3 de agosto de 2017

Fallar bien

A veces ocurre, especialmente, cuando más prisa tienes por llegar... te pierdes en un lío de giros, cruces e intersecciones, confundido quizás por una maraña de indicaciones y señales lo bastante espesa y caótica como para resultar inútil.

Cuando te quieres dar cuenta, ya es tarde. Has tomado la salida que no es y no sabes dónde estás ni cómo volver al punto de partida... poco a poco, te adentras en lo inhóspito de una carretera secundaria desamparada que te va engullendo a lo largo de un itinerario en el que, sin éxito, tratas de localizar algo familiar, algo reconocible a lo que poder agarrarte con la seguridad con la que uno se agarra a un salvavidas en medio del océano. Pero no lo hay. Y estás perdido.

Y en lo único que piensas mientras observas la distancia en tu espejo retrovisor es que tomar aquella salida, hace ya tres pueblos un valle y dos riachuelos, fue una equivocación.

Pero entonces, agotada ya toda esperanza, comienzas a mirar para adelante... y tropiezas con nuevos pueblos... y con nuevos valles... y con el verde mar de las praderas y al fondo las montañas, protegiendo el paisaje desde lo alto.

Y comienzas a pensar que tal vez tu suerte no es tan desgraciada. Que tal vez ese camino efímero y sinuoso resulte incluso agradable...que tampoco pasa nada por dar un pequeño rodeo y tardar un poco más en llegar... es justo en ese instante cuando el error comienza a alcanzar la forma de un acierto...de pronto tú te alegras de haber tomado aquella salida, hace ya cinco pueblos y sabe dios cuantos valles y riachuelos.

Porque el paseo involuntario, su majestuoso entorno y su perfecta calma, está mereciendo la pena... y no lo habrías disfrutado, aunque no fuese tu intención, de no haber sido por aquella equivocación.

La conclusión es inexcusable: qué gusto da equivocarse...a veces. Cometer un error inexplicable y estupendo a la vez, que nos satisface más que el propio acierto...tomar una mala decisión, una decisión errónea, y sin embargo, a la vista de las resultados, alegrarnos de no haber tomado la correcta.

Pero inclusive cuando la equivocación no nos satisface, cuando no nos vale más que al acierto, cuando la equivocación es dolorosa o molesta y lamentamos haber fallado, también entonces resulta agradable equivocarse de vez en cuando...meter la pata hasta el fondo y sin remedio... resulta agradable porque, de alguna forma, te libera... te permite volver a fallar y eso devalúa el desengaño.

No equivocarse nunca, ni una sola vez, constituye una singular clase de absurdo. Lo bueno de equivocarse es, precisamente, la libertad para equivocarse... la última persona en la que se me ocurriría confiar es en aquella que asegura no equivocarse jamás... porque todos lo hacemos... constantemente.


lunes, 24 de julio de 2017

Haciendo balance

En ocasiones el blog te permite hacer balance de tu vida, por lo menos así es para mí.

Inevitablemente, y a veces incluso a traición, introduce algunos momentos de tu vida que habías olvidado o dejado a un lado.

Me divierte “decidir” lo que le sucede a “mi” protagonista a pesar de que puede ocurrir, y esto es quizá lo más bonito, que se me escape y se invente por su cuenta una parte de un post, una frase, una actitud, un comportamiento inesperado, provocando mi sorpresa y la de los lectores. ¡Y luego, a veces, cuando los releo con más atención, de repente los identifico, existen!

Me doy cuenta de que en realidad, detrás de esa descripción, hay una persona que conozco...

Entonces sonrío y comprendo lo mucho que la aprecio o lo muy profundamente indiferente que me es.

Como de un modo o de otro han aportado todavía más vida a mi (protagonista), doy las gracias a ambos, un poco más si cabe a la que aprecio, teniendo en cuenta que de la otra, simplemente, me he servido para canalizar y argumentar parte de este blog.

Iremos viendo...o no.

 

viernes, 21 de julio de 2017

Un paso atrás


En el post anterior contaba mi momento de bienestar... pero cuál puede ser la distancia que hay entre el malestar y la felicidad. Apenas nada. Una distancia corta, un daño largo... enfermedad, perdida, cáncer, abandono, crueldad, vacío, miedo, desesperación... la lucha por la vida... son tantas las causas que pueden hacernos atravesar esa distancia.  

De la alegría al malestar... del malestar a la alegría. Por qué la alegría nos parece falsa, impostada, y el dolor tan verdadero y real? Quizás justamente por esa alegría simulada que exhibimos como un trofeo es por lo que la distancia que la separa del dolor sea tan corta.

Transitamos de una (felicidad) a la otra (malestar) con sorprendente naturalidad. El dolor acude sin avisar ni buscarlo. La felicidad sin embargo hay que trabajarla, inventarla, simularla. Parecerá agotador tanto esfuerzo, sin embargo es el malestar el que nos deja derrotados, fatigados. Por eso huimos de él. 

¿Cómo se cuenta el dolor?: enseñándolo, mirando escenas que ahora mismo, seguramente, se están produciendo. Levantando el telón detrás del que escondemos todo aquello que no queremos ver y que está ahí, asomándonos a las ventanas, saliendo por la puerta, paseando por las calles. Está ahí. Puede que incluso esté dentro de tu propia casa. Debajo de alguna alfombra donde lo hemos escondido para no verlo. 

No importa lo que corramos, el dolor siempre nos alcanzará algún día... al fin y al cabo, nos separan pocos centímetros de él. Pero también son pocos centímetros los que nos separan de la felicidad... incluso me parecen muchos esos centímetros, esos segundos... basta una milésima de segundo, un espacio microscópico, para que la (tu) vida cambie... sin haberlo buscado.

Vivamos!!!

 

jueves, 20 de julio de 2017

Quince días...

Me quedan once "madrugones"... para mis vacaciones (los findes no cuentan, creo)...
llegan, ya ves lo que son las cosas, con esa sensación de que estoy (otra vez) en el mejor momento de mi vida...
nunca antes habían confluido tantas cosas (buenas) y casi ninguna mala....
casi ninguna? bueno... en realidad ninguna....
a ciertas edades, pensaba yo ahora, uno debería conformarse con esa sensación....
ahora es el mejor momento...
todo lo que (se) fue, tenía que ser...
todo lo que ocurrió y lo que no tenía que ocurrir (o no)...
todas las decisiones y las no decisiones fueron las correctas....
porque me trajeron aquí a este momento del espacio- tiempo... el mejor... ya te digo...
en realidad, creo que a todas las edades debería buscarse esa sensación, aunque antes no lo sabía... todavía....
llevaba un tiempo pensando... sintiendo... diciéndome....
si eso iba a ser todo...
si esa iba a ser mi vida para siempre...
pues bueno... podría haber sido infinitamente mucho peor....
no os aburriré con las vidas alternativas... las que podría haber elegido.... y no...
ahora vuelve a ser mi mejor momento... y con eso me basta....

de momento... iremos viendo...vivamos!!!

Pd.: Hay perdidas que por anunciadas no dejan de ser menos dolorosas e irreparables pero sabes que es un descanso, una liberación para la persona que se va. Volveremos a vernos papá.


jueves, 13 de julio de 2017

Los sueños, sueños son...


Me desperté oliendo el aroma de café y recordé el anuncio de nescafé  y pensé que tiene todo el sentido del mundo. Crisis de los 50? Peor eran las de los 40, 30 o los 20, cuando cualquier cosa, cualquier mínimo error te jode la vida para siempre y lo sabes... Y sabes que te faltan casi todas las herramientas, casi todas las facultades, casi toda la info para "acertar", para sobrevivir....

Siempre digo que yo si miro atrás me veo agobiado porque siempre pensaba que no iba a poder... No iba a saber... Pero quería poder, quería saber... 

Ahora? Pues como ya he dicho en alguna que otra ocasión los riesgos están relativamente controlados, te conoces, sabes que herramientas tienes y cuáles no, que herramientas quieres tener y cuáles no, conoces tu karma, y el a ti... Solo tienes que aprender a quererlo, a mimarlo y disfrutarlo. Todo es más fácil (creo), el margen de error se reduce... Que es lo peor que puede pasar?

Casi nada ya tiene una repercusión enorme en el resto de tu vida.... Casi nada es ya para siempre, inamovible, salvo que tú decidas que lo sea. Casi nada tiene más importancia de la estrictamente necesaria que le quieras dar. Tienes el control. Lo has conseguido. Enhorabuena chaval! Relax total... 

A los (casi) exis años  ya has aprendido... de qué va tu vida, tu destino, tu karma. Y mola (casi siempre). Qué pereza pensar en los 20/30/40. Pasarse el día despejando incógnitas... Saltando obstáculos, tomando decisiones (y acertando porque sí) sin tener la más mínima idea, porque la info que necesitas para "acertar conscientemente" la tendrás después... 

A los (casi) exis años ya todo ha pasado alguna vez antes y solo tienes que esperar a que se confirme. Ya (casi) todo esta descontado... Ya tienes casi toda la info relevante... Para tomar cualquier decisión conscientemente... 

Es divertido, acertar conscientemente o incluso fallar porque te dejas engañar a ti mismo. Lo sabes y te da igual. (Casi siempre). Qué más da? Que puede pasar? Como yo me digo, ya si eso me perdono.

Una vez más, solo una vez más. 

A veces, también eres consciente de ello, provocas el final, la resolución un poco antes de que las cosas ocurran naturalmente. Ya no estas para perder el tiempo. Lo sabes, te aburre la situación y ya. Si tiene que ser será de todas formas y sino pues mira... Casi como que me lo ahorro, que pereza por dios santo.

Uno nunca sabe qué o a quien va a echar de menos, qué vida esta... Dios!!!!

lunes, 10 de julio de 2017

Las otras



Reina un silencio calmo en el asiento de al lado de tu coche. Tu mujer está con su móvil, y tú observando la calle. Te fijas en esa chica que espera en un paso de peatones. La chica cruza delante de vosotros, y sigues su rastro únicamente con los ojos, sin mover el cuello, tal vez por evitar que ella se percate. Objetivamente piensas que esa chica es un par de puntos más de todo que tu mujer, estás pensando. Más guapa, piel más tersa, rasgos más suaves. No la conoces, pero hay algo en ella que te atrae, hasta el punto de no poder evitar girar la cabeza en el último momento, justo cuando la chica desaparece por el lateral de tus ojos. Ahí es cuando tu mujer alza la vista del móvil y te pilla observando a la chica. Suelta un “¿Te gusta?”, y tú automáticamente le dices que no, claro. No cabe otra respuesta. Pero no puedes evitar sonrojarte porque sí, qué demonios, pues claro que te gusta. Y si pudieras, saldrías del coche en su busca. Pero no puedes. Y te preguntas, ¿Por qué no puedo?.
porque no debes… no debes romper ese encanto!
son pocas las veces en que “sentimos” y es grato, muy grato, quedarse en ese sentido, si eres algo curtido sabes que un solo movimiento puede romper el encanto, así que “disfrutarlo” quieto, está muy bien seguir el aura del otro, sin molestar hasta que quizás llegue el momento ...

muy dentro de nosotros mismos somos frágiles y cualquier levedad nos rompe, el control es, sin embargo, lo que más nos engrandece, controlarnos para aprender del gesto, del momento… así es como nos conocemos, mejoramos y aprendemos...

La chica habla un lenguaje corporal que él está “entendiendo”, gracias en parte al lugar en el que está: relajado, calmo, …solo así lo ves casi todo...
en cualquier caso, esos momentos son escasos en la vida, esos en los que entiendes y deseas a otros que no conoces, va a pasarte muy pocas veces en la vida… los que escribimos somos ”voyeurs” natos y sin embargo yo cuento con los dedos de la mano las veces en que vives esa magia … la primera, el amor de mi vida, el que me mantiene marcado con hierro cadente y fue el primero en hablarme con lenguaje corporal y aún su solo recuerdo arranca en mi corazón un latir descompensado, pero, no he visto ni uno más que hablen ese lenguaje sin palabras que yo entiendo y conecta con el mío y eso que tengo unas cuantas décadas de vida vivida y (re)movida… que nadie piense que no quiero a mi mujer, eh? es mi compañera y con ella transito en mi caminar en la vida... es exactamente cariño, afecto, ternura, lo que se siente en ese caso ... si hay que definirlo es algo tan inofensivo como la compenetración...

Hay una preciosa leyenda japonesa en que las mujeres al casarse se cortaban el dedo meñique, dicha leyenda dice que hay un hilo rojo invisible sujeto, desde nuestro dedo meñique, a las personas que estamos destinados a conocer o entendernos con ellas a lo largo de nuestra vida, el hilo puede tensarse, enredarse, liarse, pero jamás de los jamases romperse...
 
por eso ya no tengo dedos meñiques...

 

viernes, 7 de julio de 2017

Intervalo


Hay un lapso, un hecho, una mueca, un recuerdo, una señal que lo cambia todo.

Y cuando sucede, cuando te toca, cuando es pronunciada, destroza el rumbo con el que habías creído regir tu vida y asola los quiméricos planes que habías ideado para un mañana revelándote la realidad.

Que todo lo que parecía estable no lo era…

que todas las ansiedades e incertidumbres de la vida son absurdas, porque lo único absoluto y total es el caos, el desconcierto, la anarquía que te obliga a doblegarte sumiso y humillado bajo el poder de la muerte.

martes, 4 de julio de 2017

Wishlist 2014...(día de la marmota)


Queda fatal decir que estamos en Verano y yo estoy pensando en que ya queda menos para Septiembre...

Qué le vamos a hacer...

El niño ha salido rarito...ese mes, septiembre, siempre se me ha dado bien...

Tengo más o menos elegidos algunos (valores) que añadir a mi cartera (los de 2013 seguirán ahí eternamente, es que yo me pillo de las cosas más absurdas... Tengo una camiseta que me dura 20 años.................. En fin, el niño ha salido rarito)

De momento, ya he cambiado de idea dos veces, no pasa nada, cuando obtuve los de 2013... también pensé unos... después fui mirando, limando y descartando.... no sé cómo les ha ido a los descartados... pasé página... no soy yo de pensar en lo que pudo haber sido... no aporta valor....

De hecho en esta nueva ronda tengo claro “que” no voy a incluir... ni siquiera como aspirantes...

Voy a "invertir" un poquito más en los nuevos (valores), creo que todavía les queda recorrido y en algún momento... (Creo)

En fin, quedan todavía unos cincuenta días, more or less, para hacer mi apuesta 2014...

Me da tiempo de cambiar de opinión cinco veces (mínimo)

Ah... Y también de repetirme a mí mismo por vigésima sexta vez... que cuidadooo!!! Que hasta ahora sólo ha sido suerte (y por eso es tan divertido, entretenido, atractivo, seductor... Pero olleee....que esto no es Jaujaaa... y con las cosas de comer no se juega...

Creo que he perdido esa sensación de miedo... de riesgo percibido.... 

Recuerdo que mi profe de la autoescuela siempre decía que la gente suele tener "su gran accidente" a los dos años de sacarse el carnet porque se confían, creen que controlan, se olvidan, no piensan, pierden la consciencia de la importancia de prestar atención y precaución y en ese momento... llega el accidente...la gran ostia... 

Recuerdo mucho esas palabras (de hecho en mi caso se cumplió a pies juntillas y no una, ni dos veces...). Supongo que mi ángel de la guarda se hartó y susto que te crió...

La verdad es que... yo lo noto...

Aisnss... qué maldita manía de irme a los extremos!!!

Se me pasará como se me pasa todo (excepto lo del blog) pero mientras tanto... Tengo monotema 2014... Si, yo creo que es por aquí (estoy tan seguro como las otras veces que me equivocaba) 

Rien ne va plus


A menudo la vida es como pasar por delante de una administración de lotería. No siempre juegas pero algunas veces te paras y decides comprar un décimo, y ese día nos aferramos a nuestro resguardo y ponemos nuestro futuro en sus manos como un acto de fe, creyendo que ese pedazo de papel va a cambiar nuestra suerte y nuestra vida.

Y (casi) siempre lo acabamos rompiendo después de comprobar que esa vez tampoco ha tocado nada. Otra pérdida de ilusiones. Pero, por alguna extraña razón, pasado un tiempo volvemos a poner a prueba a nuestro destino. Y compramos un nuevo boleto.

Y algunas veces, cansados de no obtener resultados, cambiamos nuestra apuesta.

Cruzamos las líneas rojas, esas que nosotros creíamos innegociables.

Y nos damos cuenta que siempre tenemos razón, que nos quisieron por debajo del umbral de la pobreza. Nos vivieron por encima de nuestras posibilidades.

Pero no escarmentamos nunca.

A pesar de  todos los resguardos rotos y de la sensación de autoengaño y fracaso.

(Porque la esperanza a pesar de ser lo último que se pierde, es lo único que existe más fuerte que el miedo)

Seguimos jugando porque hay miles de premios. Hagan juego señores.

Rien ne va plus…

PD. Nunca hay que perder el norte, aunque ganes el premio gordo.

PD2. no vendo papeletas, vendo la serie completa.


viernes, 30 de junio de 2017

Que parte no se entiende...



el caso es que... ayer camino a casa decidí que voy a (intentar) volver a explicar porque he vuelto a esto, al blog, a "mi público"

ah bueno, ahora lo recuerdo, creo que dejé de hacerlo porque los lectores (mi público) esperaban encontrarse con AntoAng  (llegué a odiarlo), yo no soy AntoAng (es necesario aclararlo????), yo solo escribo y describo a AntoAng (cada vez menos, eso pensaba ayer... hace tiempo que AntoAng está bastante diluído... lo saqué de paseo el día del post de "echando la llave" y .... los mails, los whatsapp y las anónimas volvieron). AntoAng es así... tiene éxito el tío... está loco y tiene una forma "peculiar" y distorsionada de ver la vida pero tiene éxito, el tío.

lo aclaro... por si acaso.... AntoAng no existe... existen las situaciones, existen los hechos objetivos pero... su visión de la vida.... pues... a ver... que esto es un blog coño...

no podría contar el número de personas que trajo y se llevó el blog... son incontables.... quizá entre... varias (depende de lo que entendamos que es traer....), uhmmm lo estoy pensando y sí, vamos... son más de... qué más da (solo cuento a las que duraron más de una pataleta o dos....claro...)

ayer lo vi.... yo ya no estoy para contarme, para explicarme, para justificarme, para contestar a interrogatorios eternos, para cubrir test de idoneidad....ni para quedar "a puerta fría" con nadie...

no, ya no estoy para eso....

tampoco estoy para eternizarme... conociendo y dejándome conocer para simplemente ser utilizado....

no, ya no... yo eso ya lo tengo aquí contado y explicado....
AntoAng ni siquiera es una parte de ... nada... solo existe aquí en el blog, solo lo invento en el blog y por escrito, aquí solo... después explicando "las situaciones" todo pierde un poco de encanto...
sin querer compararme (evidentemente), es como si Arthur Conan Doyle tuviera que ser Sherlock Holmes  o Dolores Redondo tuviera que ser Amaia Salazar... pues no, hija no, que todo tiene uno que aclararlo...





lunes, 26 de junio de 2017

La noche soñada


Me despierto, he soñado, saltado hogueras, tal vez brindé, celebré. Pedí deseos. Me quemaron mis demonios. Hice hechizos y esas otras variantes dignas de chiste o de mago barato. Lo que sea. Creí en la magia. Creí que pedí, ¿Era para hoy? O ¿Era para más adelante?

Los deseos siempre es bueno pedirlos con mucho tiempo de antelación, no vaya a ser que se frustre... esa posibilidad es mala copiloto en la vida. Pura peripecia.

Quiero, quiero, quiero. Deseo, deseo, deseo.

Ya sea por San Juan o sea por San Blas, en Santa Ana o por San Antonio, soñar es algo que hacemos desde niños. Sanísimo. Posología diaria. La fantasía nos viene en el pack de serie, con el airbag y el navegador; una práctica infantil que traspasa generaciones, como Drácula vagando por los siglos en busca de su amor. Eso, soñar, y pedir deseos. Desde la pelota de futbol al apartamento en la playa, desde el pelo más rubio a un sueldo más alto, desde el verano más largo o.… lo que sea. Pedir, pedimos. Soñar, soñamos.

Y así, soñamos. Fantaseamos. Celebramos la magia. El fuego que purifica.

Y pedimos deseos.


La noche soñada es la víspera de San Juan. En el sueño que aludía al inicio había rescoldos de la hoguera anterior. Trocitos de mails, de wasaps infantiles impresos en papel que no llegaron a quemarse con lo demás porque el viento los paralizó. O el salto de alguien. O la voluntad de las brujas. Vete tú a saber. Lo mismo, pienso, el deseo escrito es tan brutal que las brujas, magas y lechuzas que sobrevolaban invisibles se negaron a cumplirlo. Nadie nos avisó de las contraindicaciones del verbo soñar. Solo aprendimos a conjugarlo.

Hacienda somos todos, sí…… fantasía, no.

La vida es el sueño por cumplir. El entretiempo. La vida sucede (a veces). La vida nos invita a un café. La vida (sobre) pasa. La vida jode, te pasea, te golpea, te fascina, brinda o rompe las copas.


La vida es ese huequecito raro que queda entre lo que perseguías y lo que al final no fue. Una grieta de luz. Por eso soñamos, por eso pedimos deseos. La ficción nos salva, lo dije en un post anterior.

Así empiezan los cuentos, ¿no? ….Érase una vez…

pero…..Comieron perdices? Y… después? Qué coño pasa después? Tendré que escribir algún cuento que me explique si el final es solo siempre el inicio. Porque la vida y ahora me pongo profundo….. no empieza cuando naces, sino cuando sientes que estás vivo. Cuando sucede algo que te dice ¡¡¡ahora!!!

Saltaré las hogueras necesarias. Este año no ha podido ser.




jueves, 22 de junio de 2017

Ceteris Paribus


Voy a tener que centrarme en crear y proyectar historias para no dormir, que ni van ni vienen para reconquistar el favor de este mi público....

ufff...

no sé si me saldrá....

ahora lo tengo todo tan ubicado.... que hasta cuando pienso en "cambiar algo" me digo, mira... llevas tropecientos años pulsando el botón rojo de "hacer saltar todo por los aires" cada dos o tres años con o sin motivo, con o sin razón, solo por "ver qué pasa", qué tal si por una (maldita) vez en tu vida... no cambias nada mientras no cambie nada (ahí fuera), y si te esperas a que la vida tire de ti y dejas todo lo demás constante (amos, ceteris paribus)....

nada de cambios de curro, de casa, de lo que sea....

estabilidad en vena....

hasta que algo cambie por si solo....

la estabilidad también tiene su valor, la verdad... aunque sea solo por acumulación o inercia....

la antigüedad en la plaza sigue siendo un valor en determinados ambitos de la vida....

sigamos la corriente, sin más....

esta mañana pensaba (en la ducha) que estoy siguiendo paso a paso lo que contaban los tres o cuatro libros de autoayuda que leí al principio de los tiempos oscuros. No leí más porque (como siempre) me pensé que yo era diferente (aunque resultó que soy tan igual como todos).

todos (libros e historias) tenían una estructura similar....

empezaban contando como superar la primera gran ostia que lo cambió todo....

contando la evolución, el proceso, las diferentes estrategias que funcionaron ( o no)...

etc etc etc

pensé que no me representaban....que cosas

yo siempre gané desde el minuto uno y eso es lo peor que te puede pasar, porque ya después tienes para siempre ese sesgo y te parece imposible que tú puedas perder, esa es la antesala de la gran ostia

ahora una vez más pienso que estaba tan equivocado como todas las veces que estaba tan absolutamente seguro.... sí, me representa(ba)n pero yo todavía no lo sabía... (angelito!)

sí, ya he sufrido y superado (otra vez) la gran ostia.... la sufrí y superé casi a la misma velocidad, lo cual no sé si es del todo bueno porque... igual me he quedado con ese sesgo, bueno... de la ruina (exagerando) también se sale "automáticamente"

todavía no ha llegado la gran ocasión.... aunque sí he tenido una buena que simplemente sucedió, en pasado, estaba aburrido, tenía unas expectativas... decidí probar suerte…..
y bingo...  justo ahí se sucedió... y hasta hace poco (que está de capa caída),....

sigo buscando y encontrando (estrategias) que funcionan un rato y después dejan de hacerlo y viceversa...

la idea es automatizarlo.... y dedicarle cada vez menos tiempo....

en realidad esa siempre fue la idea,....

quizá en un par de años, ceteris paribus.

supongo que lo haré cuando tenga algo mejor a lo que dedicar mi tiempo (ahí encaja lo de "no cambiar nada, salvo que las circunstancias cambien por sí mismas y me obliguen a actuar )....

mientras tanto... sigamos tranquilamente disfrutando del paseo.... Sin más...

uhmmm.... recordé que no hace tanto me pasé algún que otro verano sin vacaciones y casi sin verano.... no está mal recordarlo.... ahora ya está contratado... sí... en 50 días os escribiré desde la gran manzana, cualquier día despertaré en NY....
bendita normalidad anodina!


jueves, 8 de junio de 2017

Tu fondo blanco


Observa por un momento el blanco que hay detrás de estas palabras. Intenta abstraerte de lo que estás leyendo y fíjate sólo en el blanco del fondo. Lee como si no existiera, o como si cada una de estas palabras sólo fueran borrones incómodos que te impiden centrar la vista en el fondo blanco que hay detrás.

Tal vez hayas pensando que estorbo, que de aquí en adelante debería dejar esta hoja en blanco para que te fijes bien en el blanco del fondo tal y como te he pedido.

Ahora soy yo el que me siento incómodo. Creo que sobro, fijaos, no puedo dejar de escribir y sin embargo os he pedido que no hagáis caso a estas palabras. Entonces,  ¿por qué quiero centrar vuestra atención en el fondo blanco?

Muy sencillo.

El blanco es el súmmum de la perfección absoluta. No hay nada comparable a un fondo blanco, y tal vez por eso me sienta a veces un puto impostor tratando de llamar la atención con mis palabras cuando en realidad desearía que tú, por ti mismo, lograras ver cosas a través de una hoja en blanco, o de una tapia en blanco, o de una pantalla en blanco.

A veces pienso que escribir es un acto de cinismo total. Profanamos la pureza, dotamos de ruido la perfección del silencio, sólo porque nos creemos mejores que una página en blanco, o capaces de superar el criterio de cualquier espectador de una página en blanco.

Por eso le tengo tanto respeto a la palabra escrita. Escribir es suicidarse y simular estar vivo al mismo tiempo. Creerte estar por encima del lector aunque en verdad el lector te gane en ganas de aprender de ti.

Así me siento a veces.

Como el violador de la página en blanco. Y ahora olvídate de lo que has leído y fíjate en el fondo blanco. Fíjate en el blanco que se cuela en torno a cada letra.

Qué perfección, ¿no crees?

Qué sucio me siento ahora.

martes, 6 de junio de 2017

Vidas que chirrian


Hay mucha gente que se tira más de media vida entrenando duramente con el único propósito de subir una gran montaña. Pero no suben para quedarse ahí arriba, no. Se juegan la vida en el ascenso, consiguen coronar en el límite de sus fuerzas, plantan su cámara, ponen los brazos en jarra, se hacen la foto de rigor en lo más alto, y luego… bajan.
Repito, suben y luego… bajan. A uno de nuestros héroes se le murieron dos sherpas, y a un compañero le tuvieron que cortar dedos de los pies por el frío, y por el camino nuestro héroe padeció un divorcio y la perdida de la custodia de sus hijos.

Pero oye, coronó un ocho mil.

Ejemplos hay miles. En mi mundo, como en otros muchos, también ocurre. Vivo rodeado de gente orgullosa de sus carreras profesionales a cual más absorbente y de currar de sol a sol.

Se te acercan y te dicen: Ayer, después de catorce horas currando, llevé a un cliente a cenar a 80 kms.
Pero por muy lejos que vayan, siempre acaban volviendo a casa. A una casa cada vez más inhóspita y con menos oxígeno que en la cumbre del pico más alto.

Yo me habría quedado en el restaurante a 80 kms.

O descansando en cualquier lugar que me permita recuperarme para lanzarme a la siguiente aventura.

O en la cima del Nanga Parbat.

miércoles, 31 de mayo de 2017

Pagina en blanco


Escribe. Aunque sólo sea para soñar con ligarte a la runner descarada de todas las mañanas, o para ordenar sobre el papel tus putos pensamientos obsesivos.

Escribe. Aunque no te guste lo que luego leas, aunque no te reconozcas. Aunque te duela. El dolor es ese paso necesario hasta que llegas a alcanzar la realidad, aunque mientas, aunque ficciones otros mundos, siempre quedan posos, rastros de tu ADN en tus letras, huellas más allá de lo que tocas.

Y si hace años que no escribes, recupera esos escritos, léelos, reléelos, viaja a través de uno mismo, recuerda quién eras, cómo eras, y en qué te has convertido y pregúntate, en fin, qué coño pasó. Qué maldita infelicidad provocó tu retirada, de las letras, por qué huiste sin más.

El acaecer de la vida no es excusa, el trabajo no es excusa, las facturas no lo son, tampoco el zapping, ni el aburrimiento, ni la página en blanco. La página en blanco no existe, lo recuerdas verdad.

De una página en blanco surgió Romeo y Julieta, surgió Trainspotting, surgió Memorias De Mis Putas Tristes y Retorno a Brideshead. Sé sincero. Dejaste de escribir por miedo a ti mismo.

Aterroriza a veces hondearse demasiado en uno mismo, tocar en hueso y seguir taladrando, y tal vez pienses que es mejor simplificar tus días, dormir en blanco por las noches, vivir con lo puesto y dejarte llevar por unas putas olas que tú no has provocado.

Pero amar es desnudarse y demostrarlo, sentir frío, ser valiente y cobarde a la vez, es estar vivo. Amar es escribir y escribir es amar.

Si realmente no sabes de qué escribir, sal a la calle. Entra, en un supermercado. Acércate a la caja y observa qué está comprando esa chica que te has cruzado en los pasillos varias veces. Cereales, leche, tarrina de helado, pizza margarita, una bolsa de lechuga, un brick de caldo de pollo, vinagre de Módena, pack de seis Colas Zero, bastoncillos para los oídos y una caja de (seis) condones Nature. Observa, además, en qué lugar de la cinta ha colocado cada producto

 Ahí tienes una historia. Un perfil. Tira del hilo y constrúyete un mundo alrededor.

Qué crees que hará la chica nada más salir del super?

Qué plan tendrá esta noche?

Y mañana sábado?

Cumplirá sus deseos o entrará en conflicto?

Ahí lo tienes.

Ahora escribe esa historia de una sentada. No importa el estilo, ni el tono: ya lo iras puliendo, se ecléctico. Después, léelo, reléelo. Habrá mucho de ti en ese relato. Es más, habrá mucho más de ti que de ella.

Ella no es más que una excusa. Una mala excusa. Como siempre.

Apenas un hilo conductor. Una puerta una ventana.

Ábrela.

No hay cojones, nen.

Ábrela.

 

lunes, 29 de mayo de 2017

El que escribe no es escritor

Escritor no es meramente alguien que escribe. Ni de lejos. Ni de coña. Porque todos escribimos.

De hecho, ahora escribimos (y leemos) más que nunca, o al menos contamos con más herramientas que nunca para escribir: Facebook, Twitter, webs y chats para follar, para encontrar el amor de tu puta vida, Whatsapp…

Antes nos pensábamos muy mucho (o no) cada SMS (a 0,15 céntimos) que tiempos y ahora ya lo ves, comentamos desde lo poco que nos gustan los lunes, hasta la última ocurrencia del graciosillo de turno.

Opinamos por escrito acerca de todo, y no por eso somos escritores.

Ser escritor es, en fin, otra cosa. Y no hablo de prolongación (los tuiteros más prolijos escriben el equivalente en caracteres a varias novelas); hablo de sentir, de sufrir cada palabra.

Hablo de crear.

Hablo de experimentar con el lenguaje.

Hablo de sorprenderte a ti mismo escarbando dentro y a tientas.

Hablo de mimar lo que escribes como si fuera un hijo.

Hablo de darle un sentido global e intransferible a tu modo de construir frases.

Hablo de la necesidad de escupir palabras y después limarlas para que encajen.

Hablo de buscar intenciones, de agredir conciencias y despertar instintos sin siquiera tocar al lector.

Hablo de un amor más íntimo que cualquier amor carnal conocido.

Hablo de amanecer pensando en esto y de comer pensando en esto.

Hablo de no poder dormir pensando en esto.

Hablo de sentirte el más infeliz de los hombres mientras buscas la palabra adecuada.

Hablo de ser el hombre más feliz del mundo cuando la encuentras.

Y no es grato la mayoría de las veces

Yo solo sé que soy un contenedor de letras, frases, narraciones, monólogos, refranes, que viven y pululan a su libre albedrío dentro de mí, que apenas ven que me sitúo ante un teclado o una pantalla táctil vuelan como locas a ponerse en fila india.

Aunque unas son más listas que otras y se entrecruzan y entremezclan, otras se cuelan.

Luego llega el jolgorio, el enfado y hasta llegan a las manos, cuesta poner orden, sí señor, pero cuando lo consigues te proporcionan una gran “petit mort”…
Al revés si te resistes, parecen podemitas, en plena manifestación, y son tal los acufenos que lían en tu cabecita que más vale que les des rienda suelta, pues para ellas no eres más que el contenedor…

Luego cuándo la obra ya está hecha surge el otro problema: son exhibicionistas, necesitan que las miren y las lean cuantos más mejor… he ahí  como cada gran escritor ha sido un grandioso malhumorado hijo de puta y cascarrabias.

Pero siempre, siempre hay que saber diferenciar, realidad de ficción y no todo el mundo sabe hacerlo.

Quién teme a quién …¿?