viernes, 29 de octubre de 2010

8119 visitas....

Verdaderamente estoy abrumado, hace algunos meses atrás no creía llegar ni a las 1.000 visitas. Vale, ya sé que en principio era un blog intimo y personal, husease para mí solito. Lo de menos erais los invitados, con todo el cariño ehh!!!, así que salvo que un servidor entrara por lo menos 900 veces veía poco probable que llegara a ese número de visitas.
Sin embargo hoy vamos ya por las 8.000, que una vez descontado las 4.000 veces que debo haber entrado yo... quedan otras 4.000 veces que algunos habéis invertido vuestro preciado tiempo en leerme, que os habéis parado a darle a un link para recorrer aunque solo sea de refilón su lectura y su sentido por los recovecos, subidas y bajadas, curvas y rectas, en definitiva, por el contorno de mis frases.
Únicamente he intentado compartir mis pensamientos blogueriles en un entorno libre y abierto y el resto pues como que surge sólo.
4.000 gracias por ello. Prometo que intentaré buscarme un poco mejor, y espero plasmarlo más frecuentemente en forma de letras.

Muchas, muchiiiiiisimas gracias!!!

martes, 26 de octubre de 2010

De el diario de Anais III

"Pues no se me ha ocurrido otra manera de entrar en su habitación. Estropearle los enchufes de la mesita y el de la pared de enfrente, creo que eran factores indudables para que me enviaran a la habitación de Clara acompañando al “chispas”. Sin enchufes no hay luz, no hay lectura.

Iba como un flan pensando que seguro se me iba a notar la artimaña. Es que no sé, quería volver a ver cómo tenía su habitación, sobre todo como olía. Esos detalles revelan mucho de la persona que la ocupa. Me ha intrigado muchísimo la carta que tiene sobre la cómoda y mas por la frase que llegué a ver subrayada “yo estaré ahí, vigilante”, ¿qué es lo que significará esa frase para ella? Qué extraño.

Clara es una mujer de mirada penetrante, parece traspasarte la piel, los huesos y llegar al alma solo con su mirar. Ella no se da cuenta pero me pone los pelos de punta… ¡qué sensación tan seductora y tan maravillosa!

Justo acabo de escribir esto y me pregunto si lo leerá alguien algún día. En uno de mis paseos por la casa me la he encontrado secándose el pelo, me gusta que esté aquí, siento una alegría como de iniciar un viaje o de cumpleaños. Me llama "la excursionista" porque suelo pasearme por la casa a si, sin rumbo. Es algo en lo que me parezco a mi abuelo paterno o a lo mejor viene de mis perros, ahora no lo sé con exactitud.

Yo por si acaso, estaré ahí, vigilante."


lunes, 25 de octubre de 2010

De el diario de Anais II.

"He decido incluir al chico de la mochila en mi diario, qué simpático, se ha quedado alucinando cuando he dejado de leer y le he preguntado, a si, sin más, si quería algo…

No sé por qué, pero me recuerda a una ardillita, … me estuvo hablando todo el rato como si estuviera enfadado con el mundo, pero yo sé que no es verdad. Se llama Teo y he decidido que se me antoja que sea mi amigo. Teo ojos azules… huele a otoño.

Reme ojos negros, oscuros, no consigo ver nada detrás de su sonrisa. Reme tiene miedo o por lo menos eso pienso yo. Huele a lágrimas y tierra, a hierba húmeda.

Álvaro y Greta, tan pronto te miran como que están a otra cosa, Greta tiene los ojos como de agua, azules transparentes y Álvaro los tiene marrones como el color del agujero que le intuyo le está creciendo por dentro, Álvaro necesita que le abracen… Álvaro y Greta se buscan pero nunca se encuentran.

Mi preferida es Clara, es como pasar del sobresalto al deseo y de este a la pena. Clara huele a bizcochos, pan y canela…

Llaman a la puerta, es María… ummm, voy a dejar para otro momento a qué huele María porque incluso para mí es algo complicado… "


miércoles, 20 de octubre de 2010

De el diario de Anais.

A petición de una fan, reproduzco un día del diario al que hago referencia en mi anterior post.

"Hoy he entrado en la habitación de Clara para cogerle las llaves de la vespa. Se las podría haber pedido pero hoy quiero portarme mal. Removiendo en un cajón de la mesita encontré lo que buscaba, pero también cosas que no me esperaba: una llave hueca, pequeña y medio oxidada, igual a la que usaba mi abuela y decía que, si me la ponía en los ojos, curaba los orzuelos. ¿Qué es lo que abrirá? Lo desconozco, también me la eche al bolsillo y salí corriendo. Ahora me marcho. Mañana intentaré encontrar la cerradura apropiada, de la puerta que seguro que esconde y oculta oscuros secretos de vete tú a saber quién."

martes, 19 de octubre de 2010

En el fondo de un cajón

Este último viaje a Andalucía me ha traído recuerdos de mi infancia, concretamente de los viajes en verano al pueblo.

Recuerdo un llavero repleto de llaves y a mi padre buscando una llave en el. Mientras mi madre le decía que seguramente estaría en otro llavero y él como no podía ser de otra manera decía que no, que estaba en ese llavero, el llavero de toda la vida y que tarde o temprano daría con ella.

Fue probando una tras otra hasta que la encontró y abrió la puerta. Lo recuerdo nítidamente, lo primero que sentí fue el olor a cerrado una mezcla de añejo, rancio, antiguo y polvo. No recuerdo que hora sería, sobre el medio día, al final de la mañana, recuerdo que la luz entraba a raudales por las ventanas entre abiertas pese a que acumulaban unos cuantos años de sol, viento y lluvia.

En lo que en su día había sido el salón, permanecían unos sillones que en su origen fueron rojos de eskay, una vieja alfombra raída y una mesita pequeña. Recuerdo haber ido explorando habitación por habitación, cuando estás en esa edad en la que no te dejan tocar nada, entrar en una casa en la que puedes llenarte de polvo, puedes tocar y desarreglar, es toda una invitación al paraíso.

Y fíjate, sin embargo, de lo que mejor me acuerdo de aquel día es de una habitación concreta. No era ni muy pequeña, ni muy grande, y los muebles eran de un color azulado, la mesa, la silla, la cama, una cómoda con cuatro o cinco cajones y el armario…

Fue en un cajón de la cómoda donde lo encontré, un cuaderno pequeñito, con las tapas duras de color verde. Sabía que era importante antes incluso de abrirlo.

Era un diario.

Me pregunté entonces por qué alguien escribiría su vida, sus sentimientos, sus penas y alegrías en un pequeño diario susceptible de ser descubierto y leído.

Hay quien escribe su vida en un pequeño diario de tapas verdes escondido en el fondo de un cajón, yo las escondo en este blog.
Igual da el sitio, en uno como en otro, quien las encuentra no puede resistir la tentación a leerlas.

lunes, 18 de octubre de 2010

Actualizando.

Mis fans me dicen que actualice... y claro, yo por mis fans como que MATO…!!!
Lo cierto es que no he tenido mucho tiempo pa ná desde el último post, lo cual implica que si entonces tenía cosas que contar (que probablemente no le interesan a nadie, pero... si me piden que escriba, yo escribo, que aún me queda un poco de aquel niño bueno y disciplinado que fui)

Al igual que en toda persona, en mi también hay un deseo de trascender. Los niños son los que mejor lo hacen, se dibujan a sí mismos o a sus padres como ídolos o viceversa (en el sentido más preciso de la expresión), con los que ellos se identifican, bien por la cualidad o bien por la virtud que creen o querrían tener. Escriben sus nombres junto a la figura que han dibujado, como firmando un diploma que les confirma como seres reales.

Y cuando aprendemos a escribir, cuando aprendemos a narrar y a describir, vamos completando poco a poco el proceso de ser conscientes de nosotros mismos, contamos relatos en primera persona, para después incluso llegar a fragmentarlos en terceras personas, siendo capaces de narrar cada una por sí sola el mismo hecho desde un punto de vista diferente. Pero siempre con el afán de eternizarse, de subsistir.

Y es en este viaje el de escribir, en el que yo siento que hay un encanto superior, mayor al ser más íntimo. La lectura consigue expresar en primera instancia lo que la escritura extracta a través del tamiz de lo visceral. La impresión, la huella que deja una lectura en mi interior es como el flash de una cámara. Un post es una fotografía, y el blog es su álbum, que cada uno de nosotros podemos ir visionando en cada lectura.

viernes, 8 de octubre de 2010

Un cobarde como yo.

Siempre me ha gustado pensar que el viento es un cobarde como yo, y que es por eso que huye por las calles y además lo hace de esa manera tan fuerte.

Es como si intentara escapar corriendo, animando a todos los demás a hacerlo. Lo hace a susurros, como si quisiera convencerte de la manera más sutil y suave posible.

Y fíjate tú, hasta me da por pensar que incluso la persona más fría y cerebral es capaz de arrullar algo bonito en cualquier momento.

Esta semana me ha estado soplando el viento, ha estado muy presente en las calles de mi vida. Y si soy sincero, la verdad, yo tenía motivos más que evidentes para salir corriendo y no precisamente detrás de él.

Me voy al sur, voy a respirar un poquito de Andalucía, me marcho al sur, para cubrirme de Sevilla, con tal de no estar aquí, me marcho donde la luz es vida. Donde el viento está loco, ahora frio, ahora caliente, fuerte, húmedo….está loco, como yo.

Hasta la vuelta….

jueves, 7 de octubre de 2010

De triunfos y tragedias.

Esperar al final para solo soltar un par de frases. Si solo con tres palabras habría bastado. Eso sí, las frases estaban llenas de mala baba. Las expulsó de manera perfecta y precisa por sus labios estrechos, se movían despacio, porque es lo que tiene, la mierda pesa y ralentiza el flujo normal de las palabras. Pero aún así, justamente cuando me llegó a los oídos, se volvió mucho más cruel, más duro, hasta que estalló. Y claro mi cara se llenó otra vez de esa mezcla de salitre y cemento que son las lágrimas. Y se fueron secando, hasta dejar marcadas las arrugas de mis ojos y la sonrisa vacía y seca. Es posible que crea que ha ganado nuevamente y que yo soy un desvalido. Pero lo que no puede saber es que a pesar de los fragmentos de metralla que me volví a quitar, cada día soy y me hace más fuerte.

Por eso no voy a decir nada, por eso y porque no me gustaría leer lo que saldría de mis pensamientos. Y de igual forma porque me merezco disfrutarlo un poco, que me lo he ganado juer. Porque ya hace un año me lo merecía y ahora pues como que también. Aunque es posible que no sea del todo justo, y es que nunca nada es completamente justo.

Estoy contento, juer, no esperaba estar tan contento, pero lo estoy. Y también confieso que tengo un poco de miedo. Pero lo que más me sorprende es estar orgulloso, fíjate, yo, que nunca estoy orgulloso de mí, que sé que esto me llega tarde y que evidentemente ya no tiene el mismo valor, porque más que un éxito es maquillar una desilusión una decepción un fracaso, y a pesar de todo eso... me siento orgulloso, porque sé que lo he conseguido, porque no he engañado a nadie, esta vez ni siquiera a mí, porque las cosas se pueden hacer de otra forma y, a veces, resulta que hasta funciona. Y que ya, como que me da igual que llegue tarde, que tendrá sus criterios, pero a mí los que me importan son los míos y yo ahí el año pasado gané por goleada y no hay nada más importante que eso.

Pero a pesar de todo lo siento por ti, siii ya sé que suenan como palabras vacías, pero no, no lo son. Lo siento, tengo un extraño sentimiento de culpabilidad por esta alegría que no sé de dónde coño sale. Sé que tu deslealtad ha sido igual a la mía, menos un año, multiplicada por dos y me llevo una, me pongo en tu lugar (me cuesta muy poco) y me da rabia, mucha rabia.

Por eso en realidad es hora de olvidar...

miércoles, 6 de octubre de 2010

Curriculum sentimental.

Estaba yo mirando mi curriculum sentimental, y la verdad, creo que ni yo mismo me contrataría para trabajar en ningún tipo de relación. Cualquiera vería con desconfianza los largos períodos de desempleo sentimental a los que me han sometido.

Ya me estoy imaginando en una entrevista para entrar en una relación...

Ya te digo, es que estoy convencido que soy el típico idiota que sigue sintiendo cuando realmente hace tiempo que ya no toca, amos, que ya no debe... y a pesar de haberlo pasado mal sigo hay, al pie del cañón ¡¡Porqueyolovalgo!! No, coño, si sigo aquí es porque ellas lo valen (no todas). Porque tengo que reconocer que tampoco me enamoro de cualquiera.

¡Juer! Que me voy por los cerros de ubeda.

Tornando al curriculum y obviando los vacíos temporales en cuanto a experiencia sentimental se refiere, llegamos a las nociones y aquí es cuando la cosa se agrava...

Y es que lo tengo que reconocer, hasta el día de ayer, y a mis 49 tacos recién cumplidos, no me había hallado en la situación de tener que forzar una conversación más o menos interesada. ¿Porque lo hice a estas alturas? Puede que el niño que conocí hace ya años y que de tanto en tanto me habla tenga buena parte de la culpa... Mejor no preguntéis, es una historia muy larga. Pero, ¿Queréis saber el resultado de la experiencia? SUSPENDIDO. Juer, vale reconozco que tampoco estoy en mi mejor momento y que por ello disto bastante de tener mi chispa habitual, pero es que... ¿De qué ostias hablas con alguien que sabes esta apunto de asesinarte de nuevo sin que parezcas la típica victima tediosa? Y menos si tampoco te ilusiona la idea... Me quedé mosca, una cosa es que no me apetezca volver a arriesgar y otra muy distinta es que no lo haga. Y lo peor es que no me ha molao un pelo. Si es que ya no me lo tomo ni como un reto. Si al menos con la experiencia ampliase mi círculo de amistades, pero claro, para que quiero otra amistad. ¿No?

Ahora iba a continuar con mi curriculum, toca experiencia sexual, pero creo que esta parte, la de las aptitudes y habilidades propias, etc... mejor la salto, siempre ha sido mucho mejor demostrarlas que presumir de ellas... total, no creo que yo sea el más indicado, de eso tendrían que opinar las demás y no yo.

Pocas.

lunes, 4 de octubre de 2010

Ciclón

En esta última semana me he leído y releído el blog para intentar sacarle las telarañas que empieza a tener y he visto que ya ha pasado casi un año desde que lo empecé. ¡Pero cómo pasa el tiempo!. En mi modesta opinión ha pasado para mejor. El blog me ha valido para ver mis pensamientos escritos y así poder meditarlos, apreciarlos, criticarlos y como no, madurarlos. He sacado mucho de lo que tenía dentro, y estoy satisfecho.

El ciclón ya pasó, y ahora es cuando puedo mirar lo poco que dejó en pie. Ahí es nada, ahí se queda.

La lectura y este blog me han acompañado casi todo este tiempo y ha sido una gran compañía y un gran descubrimiento. Algunos relatos parecen hechos para mí y otros me han permitido soñar.

Una de las cosas (bueno, varias) que podido aprender durante este tiempo es que toda experiencia (incluso la que en su momento fue negativa) es totalmente válida. Todo se puede aplicar o reciclar.

Al Leer lo que he escrito hasta ahora me encuentro bien; tal vez puede influir (entre otras cosas) que hace poco que he vuelto de mis vacaciones, que incluso he logrado sacarle una sonrisa a todos (o casi) los problemas, que me he reído muuucho, que he visto premiado mi esfuerzo, que vuelvo a ver sonreír a quienes ya casi ni pensaba que volverian o se acordaban de cómo hacerlo.

Poco a poco todo vuelve a su cauce.