martes, 31 de agosto de 2010

Piel de gallina

Ahora sí que estoy convencido, fijo, el termostato del aire acondicionado de la oficina está puesto en modo "Frío Siberiano", ya te digo, y por qué? Os preguntareis, pues mú sencillo, por que es el nivel que viene después de "Frío de los cojones” o más conocido como el “Putofrío de la Hostia".


El caso es que cuando ya no puedo más y estoy congelado, me levanto de mi sitio y salgo al sol de la calle para intentar entrar en calor y claro tengo que hacer como que fumo, si por lo menos pudiera ver pasar a la gente. Claro que entonces las vería caminar como casi asfixiadas, sudando la gota gorda, arrastrándose por culpa de este calor sofocante.


Y yo, con la piel de gallina, no, que digo de gallina, de pavo y temiendo entrar y recibir el próximo soplo de aire polar, me siento atrapado dentro de una “pecera” de hielo. Y claro, me dan envidia; como ellos a mí, si miraran hacia arriba y me vieran aquí, tiritando de frío.

Ainss, es lo que tiene depender de un termostato viejo y que funciona a piñón fijo, y lo peor de todo, con piel de avestruz.

viernes, 27 de agosto de 2010

Meccanico di cuentos.

Os cuento lo que me sucedió el otro día, sonó el interfono de casa y para no variar no le hice caso. Es que no suele visitarme nadie y menos de improviso. Continué fregando los cuatro cacharros de la cena como si no hubiera oído nada. Juer, estaba cansado y tenía sueño. Bostezaba continuamente y se me llenaban de lágrimas los ojos cada vez que bostezaba. La noche del día anterior me fui a dormir tarde, es que no conseguía hilvanar un post que estaba escribiendo para el blog y al final no lo conseguí. Estaba cansado y somnoliento, me sentía lento y mis ideas aletargadas.

Pocos segundos después, volvió a sonar, esta vez, me pareció más impertinente que antes. Aprecié como más arranque, nuse, más ímpetu y puede que hasta algo de enfado por haberle ignorado antes. MecagoenSanBlas, pensé yo. Total, que se me incrusto sobre el estropajo que estaba enjabonado obligándome a dejarlo en la pica, aclararme las manos y secármelas para atender el puto interfono. Pero qué jartito me tiene el putointerfono (pensé yo).

−¿Sí?

− Buongiorno. La luminosità del giorno e l'umidità è favorevole corretta, elementi importanti se vogliamo che il flusso di parole a nostro favore.

−¿Perdone, como dice?

−No me he presentato. Il mio nome è Van der Kuen e io sono un meccanico di cuentos.

−Eing ¡?!?, creo que se ha equivocado…. yo no lo he llamado.

−No. Ya lo sé, má penso che me necesita.

Ante semejante presentación, le invité a que subiera a mi casa. Esperé que subiera el ascensor al piso con el ojo puesto en la mirilla, pues quería ver la apariencia que tenía el señor Van der Kuen. Digo yo que no están los tiempos para fiarse uno de desconocidos. Tengo que decir, que su voz por el interfono me sonó en principio agradable, invitándome a la confianza.

−Pase, pase por aquí, señor…Van der Q ? − dije abriéndole la puerta al ver que su semblante era totalmente inofensivo. Se trataba de un hombrecito mayor, calvo, con (dos islotes de) pelo sobre sus orejas. Llevaba unas gafas de concha pasadas de moda, weno, depende qué se entienda por moda….se le veían unos ojos perspicaces con mirada cordial. Le colgaba del hombro un macuto y vestía con un pantalón ancho y una alegre camisa de colores.

Una vez en casa se encaminó directamente por el pasillo hasta la habitación dónde está el ordeñador. Lo encendió, buscó el post en el sitio adecuado y una vez lo tuvo abierto, sacó del macuto una cajita con frases hechas. Rebuscó un par, las que él creyó más oportunas y las tejió entre los párrafos. Volvió a rebuscar dentro de su macuto y sacó una especie de tela de lino, la desenrolló con sumo cuidado y cogió unos cuantos adjetivos. Con suma delicadeza, los anudó uno tras otro detrás de unos sustantivos que sobresalían por encima de mi texto. Sacó una especie de ramitas y me las dio.

−Al ora io te los iré pidiendo e tú, con attenzione a non darme due en vez di uno, me los irás dando a me. E’molto importante questa momento pues non debo dejar ningún cabo libere. Si è così así, la historia non funcionaría.
Mirando cómo trabajaba me di cuenta de lo mal que estaba mi texto y, que sin su ayuda, nunca hubiera funcionado. Escribir no es lo mío está más que claro y tomé la decisión de no volverlo a hacer.

− Perfetto, questo è stato perfetto −me dijo todo orgulloso quitándose las gafas después de leer el texto en voz alta.

Le invité a un café y lo aceptó encantado. Me explicó cosas sobre los textos y cuentos que había ido arreglado por el mundo y de todo el trabajo que aún le quedaba por hacer, ya cada día aparecían nuevos “cuentistas” que al final son incapaces de anudar como dios manda un cuento.

Cuando se marcho, me senté rápidamente delante de mi ordeñador a leer el texto que tan bien le había quedao. Cuando terminé, vi que junto al teclado, estaba olvidada la cajita de las frases hechas, incluso la tela con todos los adjetivos esmeradamente sujetos incluso el manojo de ramitas que me hizo sostenerle.



martes, 24 de agosto de 2010

Banda sonora

Es curioso como ciertas canciones nos devuelven a un momento concreto de nuestras vidas. Cómo es posible que el sonido de unas notas sean capaces de valer de hilo conductor en nuestra memoria y sacar a la superficie aquellos momentos perdidos en nuestro in/subconsciente.

Las canciones en el coche de peques...es todo un fenómeno, alguien debería hacer una tesis o por lo menos estudiarlo...y es que, se quedan grabadas para la eternidad en nuestra memoria…
...supongo que debe ser el comienzo de nuestra "banda sonora vital" la de cada uno. Cada vez estoy más convencido de que las vidas llevan bandas sonoras, si, como en las películas.

Esas canciones siempre me devuelven a momentos pasados de mi infancia... hace unos días atrás en un blog que leía me permitió reencontrarme con algunas de las que me acompañaron a lo largo de mi niñez y también posterior adolescencia. Al escucharlas nuevamente vuelvo a recordar la que fue la época más feliz, donde no tenía preocupaciones.

Es sorprendente los mecanismos de que se vale nuestra mente para almacenar nuestros recuerdos, y como acabamos relacionando canciones, olores, sonidos y gustos a aquellos momentos precisos de nuestra vida. Como con el paso del tiempo, aunque no tengamos una imagen precisa y concreta podemos recordar esa sensación que sentimos en aquel momento preciso.

Y la verdad es que con el paso del tiempo eso se agradece, porque hay cosas que no me gustaría olvidar jamás.

lunes, 23 de agosto de 2010

Comienza la función

Bueno, pues ya he comenzado otra vez la rutina, la función vuelve a empezar, ya se van acortando los días. Recuerdo que justo hace un mes, cuando me levantaba, ya empezaban a poner las tarimas, el atrezzo, los soportes de los focos del escenario por dónde suelo moverme a diario.

Me ducho y pienso que es lluvia, me quito las legañas y me arreglo, me disfrazo. Me lanzo sin pensar más a actuar. Pero no creáis que siempre actúo bien, la mayoría de las veces hasta se me olvida el guión y claro, meto la pata...

Pero, milagrosamente, en tan sólo pocas horas todo parece volver a funcionar a la perfección. Nuevamente, los extras salen de sus escondrijos y me cruzo con ellos: las limpiadoras del banco, la furgoneta de la prensa, el domador de fieras con su fiera y la chica que siempre espera el bus BlackBerry en mano, como tú.

Y espero, y miro cómo comienza la función sin fuegos artificiales ni música que los acompañe…...



jueves, 19 de agosto de 2010

La culpa de todo la tienen los extraterrestres.

Todavia me encuentro de vacaciones. Sí, eso no quiere decir que esté hibernando, veraneando. Llevo unas cuatro semanas de vacaciones. Cuatro semanas sin madrugar. Cuatro semanas sin obligaciones profesionales. Sin tener que estar pendiente de cumplir unos objetivos. Sin tener que estar perfectamente arreglado para desarrollar óptimamente mis roles profesionales. Tampoco tengo la necesidad de estar en todo momento vocalizando exhaustivamente. Y por eso mis pensamientos pueden ir y venir a lo que quieran; estos días no están obligados a mirar en la única y estúpida dirección de lo lógico, lo útil, vamos, lo mal llamado “inteligente”.

Es en estos días, los que no he ido a trabajar, en los que me encuentro en modo “acumulación y ahorro energético extremo”. Duermo la ostia de horas, incluida una mini-siesta en horarios diferentes. Como -de comer- anárquicamente; a diferentes horas. Casi sin parar. Pero nunca de manera compulsiva. Esta interminable ingesta de comida no responde a ninguna tensión que tuviera que aliviar. Sino que solo es un aprovisionamiento de alimentos, proteínas y nutrientes. Si estuviera hablando de comer compulsivamente, estaríamos refiriéndonos a un plano psicológico. Pero mira tu por donde esta sucesión de “comer-dormir” no supera el nivel básico, orgánico....... animal, amos....yoquese..

Debo suponer que es uno de esos mecanismos in/subconscientes de pura supervivencia del cuerpo. Del body como conjunto inmobiliario, usea de células, de carne y huesos. Uff, ahí estoy entrando en lo mental y espiritual. Y eso como que queda fuera de mis competencias, y menos en estos días de fin de la veraneación.

Y entohabia no he hablado de mís hercúleos esfuerzos que me suponen levantarme del sofá, ducharme, afeitarme en definitiva, arreglarme y hacer una mínima vida social. Por suerte (o no), tengo a mi favor internet y la televisión. Gracias a estos (nuevos) aliados que me/nos evitan entrar en uno de esos procesos de incomunicación perpetuo cuando estamos en nuestro "ahorro de energía".

Y digo yo, por qué acumulamos energía? La culpa de todo la tienen los extraterrestres y por supuesto el trabajo.

No, no me ha dado una insolación estos días, tampoco he comido ostras en mal estado, y por supuesto no he fumao ningún yerbajo....que os conozco...

Me explico, acabo de recordar una de las charlas de E.Punset que decía que si no perdiéramos tanto tiempo en hacer, deshacer esas cosas que nos agotan y no nos aportan ninguna satisfacción más que la pobre e insuficiente nómina a fin de mes... gastamos nuestra energía en eso diariamente, durante todos los días, semanas, meses, años de nuestra vida. Entonces no nos queda energía para otras funciones "más elevadas". Así que siempre nos encontramos en el plano más básico, no evolucionamos.
Si lo trasladáramos a la ciencia ficción, como que da la sensación que el trabajo y toda la estructura capitalista actual la hubieran trasplantado a nuestros cerebritos los extraterrestres para que así nos consumámos cada día trabajando x horas para pagar cuatro tabiques; y eso fuera nuestra única vida.

Enhorabuena, señores extraterrestres, el proyesto ha sido todo un ésito. Todos, todos, todos, estamos super ocupaditos aquí abajo malgastando nuestra escasita energía vital. Nunca evolucionaremos. Jamás llegaremos a igualaros. Sois los reyes del universo de por vida....y más ayaaa.

Así que, aquí estamos. No me queda más remedio que ahorrar y acumular la energía que empezare a gastar cuando empiece a trabajar. Ahora perdonenme señores erstratrerrestrers, tengo pendiente mi siesta.


viernes, 6 de agosto de 2010

Por eso y por mucho más.

Me pasa que a veces, me pongo delante del ordeñador y no se me ocurre nada que escribir. No me es una sensación, como diría yo... desagradable? pero sí que me obliga a mirar, ya sea en el desván de la parte de atrás de mi cerebrito o bien hacia la parte de delante.

Y veo pues cosas....muchas cosas, algunas son visibles y otras no.....invisibles. Me satisface mirar esas cosas invisibles, inventármelas o, simplemente, darles algún sentido.

Compongo palabras en la lengua que rápidamente escupo en el ordeñador. Mientras lo hago y escribo, me siento vivo. Y claro mientras vivo, pues siento cosas, y mientras siento esas cosas, pues eso, las escribo. Pero aún así, y como todo esfuerzo, es indispensable y se necesita descansar.

Hay que sacar los ojos, llenarlos de arena y saborear las nuevas cosas y lugares para luego, poder guardarlas en cajas opacas o transparentes. Y es por eso y por mucho más, que deseo y espero que cuando vuelva estéis muchos o casi todos vosotros a mi lado, dejándome volar de nuevo.

Felices vacaciones....