jueves, 24 de marzo de 2011

El hecho de escribir

Ya sé que he tenido de lo más dejado el blog. De vez en cuando, actualizo con algo que había escrito durante un desplazamiento o le dedico unas líneas a algún pensamiento o recuerdo. Porque transcurrido tanto tiempo ahora me es imposible dejarlo del todo. Lo necesito. Es obra de mis desvaríos o disparates y eso es algo que me gusta a pesar de tener todo tipo de textos: unos me encantan, otros que no, los hay que me dejan impasible, y otros que me agitan. Estoy convencido que he perdido lectores. Cuando cambias los hábitos, es lo que tiene.

De mi existencia, poco más puedo añadir. Dentro de poco voy a empezar el capítulo cinco. O sea, una vida entera para escribir a lo sumo siete u ocho capítulos. No soy de los que planifico para nada lo que escribo. Leo, investigo, analizo, ojeo sobre el tema. Indago, porque hay tramas que ignoro y para que lo que cuento sea más verosímil prefiero darle ciertos detalles auténticos, porque al fin y al cabo mi menda, vive su momento y en su lugar.

A veces me quedo sin hacer absolutamente nada, mirando la caja tonta y notándome, no diré yo que muerto, pero sí, poco activo. Creo que la hormona del hecho de escribir a contracorriente es excesivamente adictiva, porque justo en esos instantes en los que “reseteas“ la imaginación mirando la tele, sólo pensaba, que necesitaba volver a escribir un culebrón de televisión.

Como diría más de una persona que yo conozco, el que me entienda que me compre.

2 comentarios:

  1. Way. Qué bien que tu blog siga vivito y coleando. Lo que cuenta es el estar (aunque de vez en cuando no seas tan persistente) y que (nos) escribas para los que te leemos. Al menos en mi caso, es la única manera de estar un poquito más cerca de ti.

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