miércoles, 16 de junio de 2010

Ser prisionero y carcelero

De tanto en tanto me gustaría estar prisionero... masoquista??? Es posible, pero también tengo que reconocer que no estoy pensando en rejas metálicas ni en muros de hormigón. A esas celdas puede optar cualquier persona, eso, si no te importa compartir habitación, las duchas y claro, cometer alguna que otra fechoría.

No, yo estoy pensando en otro estilo de rejas... me encantaría quedarme prisionero en esa cárcel que forman estas palabras, cuando a alguien, un día cualquiera le diera por intentar plasmarme en papel y con ello encarcelar esa (mi) esencia entre las tapas de un libro.
La vida eterna dicen por ahí que es una mentira, que no se puede vivir para siempre de los siempres... pero bueno, la vida de un libro puede que tampoco sea eterna, pero seguro que es lo suficientemente extensa como para no importarme.

Me gustaría ser ese protagonista de una historia, cualquier historia y no necesariamente la mía, y poder ser leído en la intimidad y el calor de una habitación a un a pesar y el pasar de los años...

Pero por ahora, y mientras esté en esta, mi libertad, me contento con ir haciendo prisioneros a todos los protagonistas de mi vida en las celdas de mis pobres letras, en esta (mi) prisión intima y personal.

1 comentario:

  1. Somos prisiones y las jaulas que encarcelan nustros sueños, son las circunstancias. Somos el camino que hay en medio entre el hecho y el deseo, somos la distancia.....

    ResponderEliminar