Hay un lapso, un
hecho, una mueca, un recuerdo, una señal que lo cambia todo.
Y cuando sucede, cuando te toca, cuando es pronunciada, destroza el rumbo con el que habías creído regir tu vida y asola los quiméricos planes que habías ideado para un mañana revelándote la realidad.
Que todo lo que parecía estable no lo era…
que todas las ansiedades e incertidumbres de la vida son absurdas, porque lo único absoluto y total es el caos, el desconcierto, la anarquía que te obliga a doblegarte sumiso y humillado bajo el poder de la muerte.
Lo siento mucho, animo y besos (muchos)...
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