Tal y como presentía, ha sido un fin de semana... largo, muy largo. Ah sí, el esfuerzo físico del gym, debe de ser. Y entre unos dolores y otros no me ha cundido nada, usease, cero patatero, pero yo sigo en un nuevo intento de creer en los absurdos, que es lo que tiene ser un capullo integral pero optimista, por eso aún me ronda la esperanza de acabar el año con algo (mucho o poco) de suerte.
Ya te digo, como no hay mal que por bien no venga, me ha dado por limpiar el disco duro del ordeñador, usease de borrar gilipolleces, absurdeces miles y mierdas varias que le privaban de aire, espacio y velocidad y mira tú, he encontrado una subcarpeta de subcarpeta perdida, que responde al nombre "PERSONAL E INTRANSFERIBLE", que no recordaba ni que existía.
He sido transportado a quince mil periodos, espacios, fases (des-fases), años, meses….., he reído y sonreído, he llorado he disfrutado y también sufrido. El tiempo sepulta, apaga y enseña, re-ordena, cura, pero nunca (nunca) te deja de hacer sentir, por más minúscula que sea esa emoción.
Hoy:
Pues para hoy me pido un deseo –inconfesable-... ya contare si se cumple, me haría tan "modestamente" feliz (modestamente??, ya, ya te digo.... creo que sería hasta orgásmico), pero creo que no ocurrirá, ni de coña, amos, pero... soñar de momento es gratis...reconozco que a veces se me apetecen unas cosas que mejor ni te cuento... espero que mi ángel de la guarda este hoy de guardia... tampoco creo que vaya a ser tan difícil... por eso es un puto ángel, digo yo, no?.
Me imagino llamando a …….. en plan, tía, que te den.... (vale, vale, sí, ya lo sé quizá no tenga tanta imaginación pero es que “por que yo, lo valgo!!!...”)
Momento-auto-home-naje ON...
lunes, 31 de mayo de 2010
jueves, 27 de mayo de 2010
Esa parte de mí
El porqué se me escapaba, estaba ahí, lo presentía pero no lo veía.
Ahora sí.
No la veía a ella, me veía a mí mismo. La miraba y me veía yo.
Veía esa parte de mí que está tan adentro, tan protegida y tan escondida que no la podía ver si no era a través de ella.
No, no es ella, soy yo, siempre he sido yo. Por eso mismo me era tan cercana, tan especial.
No era lo que ella decía, es lo que yo siento, lo que tan fieramente protejo, incluso de mí mismo.
Gracias a Dios y afortunadamente para mí, ella no lo protegía como yo, porque si no, yo nunca habría sabido qué soy.
No quién, si no qué.
Ahora sí.
No la veía a ella, me veía a mí mismo. La miraba y me veía yo.
Veía esa parte de mí que está tan adentro, tan protegida y tan escondida que no la podía ver si no era a través de ella.
No, no es ella, soy yo, siempre he sido yo. Por eso mismo me era tan cercana, tan especial.
No era lo que ella decía, es lo que yo siento, lo que tan fieramente protejo, incluso de mí mismo.
Gracias a Dios y afortunadamente para mí, ella no lo protegía como yo, porque si no, yo nunca habría sabido qué soy.
No quién, si no qué.
lunes, 24 de mayo de 2010
Estoy tan cansado
Tan cansado, que no tengo ni ganas de dormir.
Tan cansado, que no tengo ni ganas de pensar.
Tan cansado, que no tengo ni ganas de combinarme la ropa, el cinturón y los zapatos (San Gregorio Armani me asista).
Tan cansado que pasa por delante mío una mujer guapa y en top, y ni siquiera pienso en follar con ella, solo pienso en dormir con ella (amos a ver, si no pensara en, por lo menos, dormir con ella, no estaría cansado, estaría muerto).
Tan cansado que hoy te doy la razón sin siquiera discutir.
Tan cansado que me dan el cambio de 20 euros y lo guardo sin mirar.
Tan cansado que si me encuentro un desperfecto en la acera, sopeso si saltarlo o rodearlo según lo que menos me canse.
Tan cansado, que, si quedamos, no te extrañe nada que me quede, dormido en tus brazos.
Tan cansado, que no tengo ni ganas de pensar.
Tan cansado, que no tengo ni ganas de combinarme la ropa, el cinturón y los zapatos (San Gregorio Armani me asista).
Tan cansado que pasa por delante mío una mujer guapa y en top, y ni siquiera pienso en follar con ella, solo pienso en dormir con ella (amos a ver, si no pensara en, por lo menos, dormir con ella, no estaría cansado, estaría muerto).
Tan cansado que hoy te doy la razón sin siquiera discutir.
Tan cansado que me dan el cambio de 20 euros y lo guardo sin mirar.
Tan cansado que si me encuentro un desperfecto en la acera, sopeso si saltarlo o rodearlo según lo que menos me canse.
Tan cansado, que, si quedamos, no te extrañe nada que me quede, dormido en tus brazos.
miércoles, 19 de mayo de 2010
Ser de alguien
Últimamente me da por pensar si quiero ser de alguien.
Estoy convencido que algunas de ellas, pensaron que yo era de ellas.
También hubo un él (yo) que pensó que ella era suya.
Pero eso fue mucho antes de preguntarme si realmente yo necesitaba dueña o dueñas.
Puede que a lo mejor yo creía buscarla.
Puede que a lo mejor lo que realmente no quería era sentir ese vacío que se siente al mirarme los pies y sentirlos desnudos, aunque llevara zapatos.
Recuerdo que una vez pensé que yo necesitaba que alguien fuera mía.
Y hubo una ella que sentí mía, mientras yo así lo quise.
Y hubo otra ella que también quise pensar que lo era.
Y todo porque me seguían horrorizando mis pies desnudos.
Ahora, me sigo mirando los pies, y me siguen dando el mismo miedo e intento esforzarme en no pensar, en que debería buscarme unos zapatos.
Estoy convencido que algunas de ellas, pensaron que yo era de ellas.
También hubo un él (yo) que pensó que ella era suya.
Pero eso fue mucho antes de preguntarme si realmente yo necesitaba dueña o dueñas.
Puede que a lo mejor yo creía buscarla.
Puede que a lo mejor lo que realmente no quería era sentir ese vacío que se siente al mirarme los pies y sentirlos desnudos, aunque llevara zapatos.
Recuerdo que una vez pensé que yo necesitaba que alguien fuera mía.
Y hubo una ella que sentí mía, mientras yo así lo quise.
Y hubo otra ella que también quise pensar que lo era.
Y todo porque me seguían horrorizando mis pies desnudos.
Ahora, me sigo mirando los pies, y me siguen dando el mismo miedo e intento esforzarme en no pensar, en que debería buscarme unos zapatos.
jueves, 13 de mayo de 2010
El paraguas, esa especie.
Parece ser que éste complemento se ha convertido en un apéndice más de nuestro cuerpo. Como en todo, los hay quien los tienen más grande y quien más pequeño. Gracias a Dios nuestro señor, en este tema el tamaño como que no importa, porque si no, nos veríamos llevando a cuestas la sombrilla de la playa con tal de aparentar.
En estos días el paraguas tiene una vida muy intensa. Lo dejas en cualquier sitio, en el coche o te lo llevas a pasear; lo depositas en la entrada de la panadería, de una tienda y cuando vas a recogerlo ya no está, ha desaparecido y claro vas corriendo y compras otro, si lo tratas con cariño te acompaña al trabajo y decide incluso quedarse a hacer horas extras, lo que no sabe es que no está en la nómina y no se las van a pagar, total como a ti.
Como diría Lobaton, desaparece sin dejar rastro; es totalmente imprevisible, es masculino, (el paraguas): lo mismo decide colocarse en el centro de una reunión como quedarse en la esquina esperándote. ¿A ver, quién no se ha tomado una cervecita en el bar alrededor de un paraguas?
Pero lo peor de todo es que ataca a personas que ni siquiera conoces, utilizándote a ti como brazo ejecutor para poder atinar en la cabeza del elegido, encima se enamora y queda totalmente enganchado con otro de su especie, tú por mucho que tiras y tiras, él se resiste. Si al dar la vuelta a la esquina resulta que no le gusta la calle que tú has elegido, levanta sus varillas hacia el cielo igual que si hubiese visto al mismísimo diablo en persona.
Lástima que en este país haya años en los que apenas si salen a pasear, es que empiezo a plantearme lo apasionante que puede llegar ser re-encarnarme en uno de ellos.
En estos días el paraguas tiene una vida muy intensa. Lo dejas en cualquier sitio, en el coche o te lo llevas a pasear; lo depositas en la entrada de la panadería, de una tienda y cuando vas a recogerlo ya no está, ha desaparecido y claro vas corriendo y compras otro, si lo tratas con cariño te acompaña al trabajo y decide incluso quedarse a hacer horas extras, lo que no sabe es que no está en la nómina y no se las van a pagar, total como a ti.
Como diría Lobaton, desaparece sin dejar rastro; es totalmente imprevisible, es masculino, (el paraguas): lo mismo decide colocarse en el centro de una reunión como quedarse en la esquina esperándote. ¿A ver, quién no se ha tomado una cervecita en el bar alrededor de un paraguas?
Pero lo peor de todo es que ataca a personas que ni siquiera conoces, utilizándote a ti como brazo ejecutor para poder atinar en la cabeza del elegido, encima se enamora y queda totalmente enganchado con otro de su especie, tú por mucho que tiras y tiras, él se resiste. Si al dar la vuelta a la esquina resulta que no le gusta la calle que tú has elegido, levanta sus varillas hacia el cielo igual que si hubiese visto al mismísimo diablo en persona.
Lástima que en este país haya años en los que apenas si salen a pasear, es que empiezo a plantearme lo apasionante que puede llegar ser re-encarnarme en uno de ellos.
viernes, 7 de mayo de 2010
Post número 69
Conversación con una compañera de trabajo:
- Atchis.
- Jesús.
- Gracias Antonio.
- De nada, pero si estornudas así deberías cubrirte la boca con, algo, por ejemplo, el codo, más que nada por lo de los virus en las manos, sabes, el contagio y demás. Ya te digo, por la gripe famosa.
- Ah. Vale oye, y si me cubro la boca con mi mini-vestido que llevo hoy y te enseño las bragas (que por cierto, no llevo, pero eso tú todavía no lo sabes)?.
- Vale. Entonces avísame antes, que llamo a tu jefe.
Conversación con una amiga también del trabajo:
- Antonio, has visto las fotos de mi casa?.
- A ver, juer “tia” me gusta tu casa. Es preciosa.
- A que si? Y eso que aún no has visto la mejor parte.
- Cuál es?
- Jeje, pues cual va a ser? La que se ve desde mi cama, agarrándome a los barras del cabecero.
- Ahhhh.
Conversación con uno de mis jefes:
- Vaya semanita de trabajo, que estrés por dios.
- A mí el estrés se me pasa(ba) follando.
- Buen método, sí señor. Antonio te voy a dar mi teléfono. Podrías convencer a mi mujer?
- Estás seguro? (jajajajajaja)
- Atchis.
- Jesús.
- Gracias Antonio.
- De nada, pero si estornudas así deberías cubrirte la boca con, algo, por ejemplo, el codo, más que nada por lo de los virus en las manos, sabes, el contagio y demás. Ya te digo, por la gripe famosa.
- Ah. Vale oye, y si me cubro la boca con mi mini-vestido que llevo hoy y te enseño las bragas (que por cierto, no llevo, pero eso tú todavía no lo sabes)?.
- Vale. Entonces avísame antes, que llamo a tu jefe.
Conversación con una amiga también del trabajo:
- Antonio, has visto las fotos de mi casa?.
- A ver, juer “tia” me gusta tu casa. Es preciosa.
- A que si? Y eso que aún no has visto la mejor parte.
- Cuál es?
- Jeje, pues cual va a ser? La que se ve desde mi cama, agarrándome a los barras del cabecero.
- Ahhhh.
Conversación con uno de mis jefes:
- Vaya semanita de trabajo, que estrés por dios.
- A mí el estrés se me pasa(ba) follando.
- Buen método, sí señor. Antonio te voy a dar mi teléfono. Podrías convencer a mi mujer?
- Estás seguro? (jajajajajaja)
jueves, 6 de mayo de 2010
No-preguntarse-el-porque
No hace mucho tiempo descubrí (creo) cual era el secreto de la felicidad... o, mejor dicho, cual era el secreto para no ser infeliz. Es algo muy simple, sencillo de decir y hacer, pero a la vez extremadamente complicado de lograr.
Se trata de un simple “principio” concentrado en solo cuatro palabras:
No-preguntarse-el-porque.
Luego, si lo sé, si sé que cuando me pregunto por qué las cosas son como son y no como a mí me gustaría no hago otra cosa, más que hacerme daño. Si, por qué por más vueltas que le haya dado, sólo consigo llegar a la conclusión de que realmente no hay un porqué, no hay una razón, no hay un solo culpable...sólo hay una realidad.
Ayer fue uno de esos días, que sin quererlo no conseguí dejar de preguntarme en que fui diferente... cómo lo que un día fue blanco hoy puede ser tan exageradamente negro... que ha podido suceder para que sin cambiar nada haya cambiado todo... Francamente, no quiero (ni puedo) volver atrás, porque tampoco sabría volver atrás.
Pero a pesar de todo, y a pesar de ello... no puedo dejar de preguntarme de tanto en tanto, cual ha podido ser la razón... y lo reconozco, tengo esa curiosidad que solo se basa en que me encantaría creer que no fue por mí.
Se trata de un simple “principio” concentrado en solo cuatro palabras:
No-preguntarse-el-porque.
Luego, si lo sé, si sé que cuando me pregunto por qué las cosas son como son y no como a mí me gustaría no hago otra cosa, más que hacerme daño. Si, por qué por más vueltas que le haya dado, sólo consigo llegar a la conclusión de que realmente no hay un porqué, no hay una razón, no hay un solo culpable...sólo hay una realidad.
Ayer fue uno de esos días, que sin quererlo no conseguí dejar de preguntarme en que fui diferente... cómo lo que un día fue blanco hoy puede ser tan exageradamente negro... que ha podido suceder para que sin cambiar nada haya cambiado todo... Francamente, no quiero (ni puedo) volver atrás, porque tampoco sabría volver atrás.
Pero a pesar de todo, y a pesar de ello... no puedo dejar de preguntarme de tanto en tanto, cual ha podido ser la razón... y lo reconozco, tengo esa curiosidad que solo se basa en que me encantaría creer que no fue por mí.
martes, 4 de mayo de 2010
Mensaje en una botella.
Algunas veces me pregunto si esto no será más que gritar a la espera de que alguien, y no importa quién, me escuche y que con un poco de suerte me comprenda. Ya sé que es una forma un tanto arriesgada de abrirse, con la esperanza de que alguna de las millones de almas que navegan por estos mares virtuales se encuentre con mi botella y al leer el mensaje sea capaz de valorarme, de comprenderme, en definitiva de conectar conmigo.
Puede que todo empezara con un mensaje sin remitente, ni sujeto e incluso, en aquellas cuatro primeras líneas yo diría que casi sin escritor. Hoy es distinto, ya no hay escritor necesitado de esa comprensión post-traumática. Ya no hay un corazón deteriorado que grita para que le dejen cicatrizarse. Por no haber, no hay ni restos de dudas y/o de preguntas de que es lo que pasó. Estoy recuperado, ¿?.
Y ahora, que solo quedan las cicatrices, que todo está curado, que ya no hay miedos ni ná e incluso se ha recuperado una parte de la autoestima perdida... ahora me apetece seguir añadiendo mensajes a esta misma botella... ¿Con que intención?
Pues seguramente por la misma razón por la que siempre se han escrito los mensajes en las botellas, nunca sabes quién la puede encontrar...
Puede que todo empezara con un mensaje sin remitente, ni sujeto e incluso, en aquellas cuatro primeras líneas yo diría que casi sin escritor. Hoy es distinto, ya no hay escritor necesitado de esa comprensión post-traumática. Ya no hay un corazón deteriorado que grita para que le dejen cicatrizarse. Por no haber, no hay ni restos de dudas y/o de preguntas de que es lo que pasó. Estoy recuperado, ¿?.
Y ahora, que solo quedan las cicatrices, que todo está curado, que ya no hay miedos ni ná e incluso se ha recuperado una parte de la autoestima perdida... ahora me apetece seguir añadiendo mensajes a esta misma botella... ¿Con que intención?
Pues seguramente por la misma razón por la que siempre se han escrito los mensajes en las botellas, nunca sabes quién la puede encontrar...
lunes, 3 de mayo de 2010
Poker sentimental.
¿De verdad tenemos que planear el conocer a alguien?
¿Hemos de fingir y hacer cosas que realmente no son las que nos apetecen?
¿Por qué hay que jugar al gato y al ratón ocultándonos nuestros defectos y mostrando pocas virtudes?
¿No podemos jugar a la seducción siendo espontáneos y sinceros?
¿Por qué no puedo decirte que te echo de menos cuando a mí me apetece decírtelo?
Si me conquistaste con tu primer hola y yo hice lo propio con mi primera sonrisa... ¿Por qué tenemos que esperar a demostrarlo, a acostarnos juntos?
Con lo difícil y complicado que es conocer a alguien que valga la pena.
¿Por qué necesariamente hay que sentarse a una mesa de poker... poner su mejor cara y jugarse la partida.... "full house", todo o nada.
¿Por qué únicamente nos aferramos a los buenos jugadores de poker sentimental?
Si, a esos que nos indican con los ojos que tienen una escalera de color y a la hora de la verdad resulta que solo llevan una pareja de cuatros.
Supongo que de alguna manera las personas, (incluyéndome), sin querer jugar nos guardamos más de un pensamiento hasta que estamos seguros que la otra persona es un "jugador limpio".
Alguien, debería escribir un manual porque algunos (incluido un servidor) no sabemos las reglas del juego, con lo que o nos pasamos o nos quedamos cortos!
Nunca sabremos lo que perseguimos... o nunca perseguiremos lo que mejor nos conviene, la verdad, no sabría decirlo.
¿Hemos de fingir y hacer cosas que realmente no son las que nos apetecen?
¿Por qué hay que jugar al gato y al ratón ocultándonos nuestros defectos y mostrando pocas virtudes?
¿No podemos jugar a la seducción siendo espontáneos y sinceros?
¿Por qué no puedo decirte que te echo de menos cuando a mí me apetece decírtelo?
Si me conquistaste con tu primer hola y yo hice lo propio con mi primera sonrisa... ¿Por qué tenemos que esperar a demostrarlo, a acostarnos juntos?
Con lo difícil y complicado que es conocer a alguien que valga la pena.
¿Por qué necesariamente hay que sentarse a una mesa de poker... poner su mejor cara y jugarse la partida.... "full house", todo o nada.
¿Por qué únicamente nos aferramos a los buenos jugadores de poker sentimental?
Si, a esos que nos indican con los ojos que tienen una escalera de color y a la hora de la verdad resulta que solo llevan una pareja de cuatros.
Supongo que de alguna manera las personas, (incluyéndome), sin querer jugar nos guardamos más de un pensamiento hasta que estamos seguros que la otra persona es un "jugador limpio".
Alguien, debería escribir un manual porque algunos (incluido un servidor) no sabemos las reglas del juego, con lo que o nos pasamos o nos quedamos cortos!
Nunca sabremos lo que perseguimos... o nunca perseguiremos lo que mejor nos conviene, la verdad, no sabría decirlo.
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