miércoles, 23 de diciembre de 2009

El mejor perfume de todos.

Ayer esperaba el ascensor en el edificio de oficinas donde fui a recoger una documentación y sentí un olor q me resulto familiar.
Ella, camisa blanca entreabierta mostrando el escote, canal por el que se pierde mi mirada. Pechos apenas cubiertos, insinuados bajo el encaje transparente. Caderas de vaqueros viejos. Botones pidiendo que alguien los desabroche.
Sonrisa divina. Perfume del diablo. Mirada pícara desafiándome.
Me roza al pulsar el botón del piso a donde se dirige, todo pasa despacio a cámara lenta, muy lenta. El ascensor se detiene y ella antes de salir me dirige una mirada de niña y me desea q pase un buen día con una voz melosa y delicada.

Se le ha caído un sobre grande acolchado. Me ha dejado un regalo, he pensado. Lo recojo del suelo, ya no se lo puedo devolver. Expectante y confundido lo abrí como un artificiero delante de un paquete bomba....y descubrí algo arrugado, negro.
Es una prenda intima.
Unas bragas.
Sus bragas, con una inscripción en blanco delante. Unas bragas suaves, pequeñas, casi calientes aún.
Las extendí con mis manos y vi, en su parte interior, restos blanquecinos de su flujo, cerré los ojos y me las llevé a la nariz....y entonces todo se disparó por dentro. Su olor, su reciente perfume a hembra invadió mis fosas nasales, tan fuerte que solo pude ahogar un gemido aspirando aún más fuerte.
Abrí los ojos, volví a mirarlas e imagine su humedad, recordando ese olor inolvidable, ese recuerdo íntimo e infinito de la parte más íntima de una mujer, un dejá vú como el pastel de manzana que comía de pequeño hecho por mamá.
Sonreí.
Un papel amarillo cayó entonces al suelo. Lo recogí y vi su letra....
- Me acabo de masturbar en el baño de hombres y he pensado que te gustaría olerme así que me las he quitado y las he metido en el sobre. No pienso más que en f....... a todas horas, en chuparte, en saciarme de ti...no pienso otra cosa. Me enfermas.

En ese momento sentí una profunda tristeza. Tristeza por el destinatario del sobre.

Y luego aunque quieras parar no puedes. Llevas dentro el bicho. Llevas todos los aires. Los de la calle. Las voces. Los sentidos. Y te dices a ti mismo…no puede ser…..pero sí…. se mete dentro y no puedes arrancártelo…es parecido a volver a enamorarse, lo sientes o no. Eso es todo. Pero cuando sucede, está ahí.. y se mantiene

2 comentarios:

  1. Me gusta. Sabes mezclar los sentimientos con la narrativa erótica. Estoy segura que la parte afectiva es tuya y la erótica es propiedad de la imaginación o de algún texto. De todas maneras ya digo, me ha gustado. Saludos. Aida.

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  2. Buffff, me encanta lo que escribes!! :)

    Respecto al texto: sí señor, se mantiene... qué bicho! :P

    Yo apuesto a que la parte erótica también puede ser real, no imaginaria ;) Hoy en día... jejeje.
    Saludets!

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