miércoles, 30 de diciembre de 2009

El principio del final

Últimamente nunca había besos al finalizar, solo abrazos, unas risas, un hasta luego... Menos esa noche...

Seguramente te vas a reír si te lo digo, o aún peor, a lo mejor te enfadas...

¿Por qué, dímelo?

Estos días sin verte, sin saber nada de ti, sin oírte, sin la certeza de que estuvieras bien... te he echado tanto de menos, de verdad, tenía muchas ganas de verte, de abrazarte, de besarte, de olerte... sabes, sigo enamorada de ti.

¿Y por eso pensabas que me iba a enfadar?, me gusta que me amen, para variar...

Pero no me enfadé en absoluto, ni sentí una pizca de dolor, ni rabia, ni ilusión ni nada... Yo sabía que eso ya no era cierto, sabía que en cuanto se cansara y me aborreciera, viera el hombre que soy y se diera cuenta de lo que pido, se asustaría, retrocedería, colocaría en mis palabras y mis actos mentiras para minimizar su culpa, para contrarrestar sus actos, ella hizo una cosa viendo cómo era yo... Me sabía tanto la historia... Pero como siempre hago... me dejé llevar... es bonito que alguien me ame, para variar...

No me enfadé cuando dejó de llamar, cuando me mandó un mail para decirme que se había equivocado de sentimientos , que no llegaba a mis expectativas, que era poco hombre para ella, y no se cuantas cosas absurdas mas. No me enfadé en absoluto pero si le di un último consejo, contestando su mail asesino que me envió tan amablemente:

Conocer a un Hombre no es solo comerle el sexo tan deliciosamente bien como tu lo haces... conocer a un Hombre es comerle el corazón con solo un lametón... Ojalá encuentres el corazón apropiado, ojalá yo encuentre la boca que se coma el mío...

1 comentario:

  1. Conocer a un hombre es saber ver a través de su piel, escuchar con el sentir de sus ojos, y setir con el tacto de sus palabras.

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